En el libro "La Dieta de la Información: Un Caso para el Consumo Consciente", Clay A. Johnson explora la creciente dependencia del ser humano moderno en el consumo continuo de información. Se destaca que pasamos más de 11 horas al día inmersos en un torrente incesante de contenido digital proveniente de las pantallas y los altavoces que tanto apreciamos. Johnson argumenta que este consumo excesivo de información puede tener consecuencias negativas similares a la obesidad física, incluyendo sobreestimulación, agotamiento mental y una disminución de la capacidad para concentrarse y tomar decisiones reflexivas. El autor propone una "dieta de información" consciente, similar a una dieta física saludable, que implica seleccionar cuidadosamente las fuentes de información, limitar el tiempo dedicado a la pantalla y practicar la desconexión periódica para preservar la salud mental y emocional. A través de ejemplos prácticos y consejos concretos, Johnson ofrece una guía para navegar el complejo panorama informativo actual y recuperar el control sobre la forma en que consumimos información, permitiéndonos aprovechar sus beneficios sin caer en sus trampas.