"Una infancia en Escocia" de Christian Miller, presentado por Dorothy Parker, es una autobiografía perspicaz y sin pretensiones que recuerda la privilegiada pero al mismo tiempo desprovista infancia de la autora en la clase alta escocesa. Miller recuerda sus vivencias con una prosa clara y conmovedora, pintando un retrato vívido de su vida en una sociedad que, a pesar de sus lujos y privilegios, estaba dominada por la tradición y las expectativas sociales.

El libro explora las complejidades de la infancia de Miller, la influencia de su familia y su entorno, y los desafíos y alegrías que enfrentó al crecer en un mundo marcado por la clase social. A través de sus recuerdos, Miller nos ofrece una fascinante visión de la sociedad escocesa de principios del siglo XX, mostrando las contradicciones y la complejidad de una época que ya ha pasado.

## "Una Infancia en Escocia" de Christian Miller: Un viaje a través de la memoria y la clase

"Una Infancia en Escocia", de Christian Miller, es una autobiografía que nos transporta a un mundo de contrastes y emociones. Publicada con una introducción de la icónica Dorothy Parker, la obra nos presenta la infancia de Miller desde el lente de una mujer que, rodeada de privilegios y comodidades propios de la alta sociedad, se sentía privada de algo esencial: la conexión auténtica. Con una mirada introspectiva y sin pretensiones, nos invita a explorar su experiencia personal, marcada por una infancia en la que los fantasmas eran más reales que las personas.

A través de la pluma de Miller, descubrimos una Escocia de principios del siglo XX, donde las tradiciones y las jerarquías sociales estaban profundamente arraigadas. Su familia, perteneciente a la clase alta, vivía en un entorno de opulencia y belleza, con casas señoriales y amplios terrenos. Sin embargo, este marco de ensueño se veía empañado por una frialdad emocional y una falta de conexión genuina. La autora nos revela cómo la rigidez de los convencionalismos sociales y la distancia emocional entre los miembros de su familia la hacían sentir aislada y vulnerable. Es a través de esta sensación de desamparo que Miller se refugia en la imaginación, encontrando consuelo en el mundo de los fantasmas y las historias fantásticas que la llenaban de vida y emoción.